La primera vez que Mario saltó a un cuadro fue para vender un escritorio a lo IKEA por 1.395 euros

La primera vez que Mario saltó a un cuadro fue para vender un escritorio a lo IKEA por 1.395 euros

La arqueología del merchandising de Nintendo sigue destapando objetos retro absolutamente sorprendentes

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Mario

Hemos perdido la cuenta del merchandising que aún a día de hoy se vende de Super Mario Bros. No es para menos si volvemos a poner sobre la mesa que es una de las figuras más reconocibles en todo el mundo, pero hablando de mesas, nunca dejará de sorprenderme que se vendiesen hasta escritorios con la cara del fontanero.

Si eras un niño japonés en los 80, la posibilidad de que te cruzases con uno de estos anuncios era bastante probable, y no debieron sufrir mucho para venderlos si tenemos en cuenta que la colaboración entre Nintendo sigue viva con varias colecciones a cuál más bizarra.

El escritorio del futuro de los 80 era de Super Mario

Aunque es fácil pensar que la moda de los escritorios para gamers es algo ultra novedoso, como suele ser habitual con este tipo de fantasías, los japoneses lo hicieron primero. No había luces de neón y LED por todos lados para hacer que un mueble pareciese la feria del pueblo, pero casi.

A mediados de los 80, con la fiebre de Nintendo y sus juegos por todo lo alto, Nintendo se puso a repartir licencias de sus productos como locos. Ya hemos visto por aquí varios ejemplos de ello (y aún me quedan algunos ases en la manga), pero lo de cruzarme con un escritorio de Super Mario Bros es algo que me ha pillado con la guardia baja.

Y no un escritorio cualquiera, ojo. Cajoneras que se convierten en sillas, altura personalizable a base de manivelas, luces colocadas en raíles para enfocar allí donde sea necesario, mochilas a juego esperando a ser colgadas en un lateral, alfombrillas para evitar que el mueble acabe pintarrajeado, módulos extraíbles, armarios a juego…

La colaboración con la compañía nipona Kurogane, especializada en material de oficina, fue lo suficientemente potente como para mantener una línea de productos de Mario durante más de 15 años y, aunque lo de los escritorios con el fontanero ya ha pasado a mejor vida, aún mantienen varios productos licenciados en su página web.

Mario Escritorio 2

Ser fan de Nintendo es un vicio muy caro

Uno podría llegar a pensar que, al ser productos de puro merchandising enfocados a niños, aquellos muebles serían un sacacuartos de bajo precio y calidad aún más reducida, pero nada más lejos de la realidad. A 69.800 yenes, unos 433 euros al cambio, si acudimos al cambio respecto a la inflación de la moneda japonesa, aquellos sets suben hasta más de 500 euros según el precio actual del yen.

Pero lo complicado viene cuando al calcular el cambio tienes en cuenta el precio de nuestra moneda. En otras palabras, qué le habría costado a tus padres la broma si, por alguna casualidad del destino, hubiesen tenido la oportunidad de viajar a Japón y traerse bajo el brazo el mejor regalo posible para sus hijos. En ese caso el equivalente a aquellos 69.800 yenes de 1986 habrían sido la friolera de 1.395 euros.

Mario Escritorio 3

¿Cómo algo tan insultantemente caro consiguió ganarse el favor del público? Aquí vendría de perlas la típica frase de “es el mercado, amigo”, pero en realidad el culpable es la publicidad. Las televisiones japonesas llegaron a emitir hasta ocho anuncios de televisión distintos como el que tenéis unas líneas más arriba para captar la atención del público.

Una maniobra comercial apabullante en la que Mario y sus amigos paseaban por el escritorio o, adelantándose al icónico momento vivido una década después de la mano de Super Mario 64, incluso haciendo que la mascota de Nintendo saltase a un cuadro para hacerle un Rubiales a Peach.

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